Facebook SDK

Geología Venezolana
En los últimos meses la región donde habito esta siendo azotada por una ola de calor insoportable que ha batido record local, las temperaturas han llegado alcanzar 46º de sensación térmica con una humedad de hasta del 86%, como se imaginaran es todo un “horno”. Cuando transito a mi lugar de trabajo siempre escucho los comentarios de las personas de que estas altas temperaturas en el ambiente podrían originar un sismo, lo cual me hace reflexionar y meditar en el asunto, puesto que su relación es algo fuera de lugar.


Como se sabrá, todo en este planeta tiene cierto sincronismo, pues nada actúa por mera casualidad, pero hay casos donde asociarlos tan directamente es como descabellado, la idea de esta entrada es disipar un poco este “mito” que tradicionalmente la población local suele confundir con todo una realidad.

El calor emitido por el sol y que alcanza la biosfera terrestre es absorbida mayormente, en la superficie del planeta lógicamente. La posición de los rayos  solares en algunas regiones recibe estacionalmente más o menos radiación. De esta forma, la presencia estacional del sol explica la existencia de zonas desérticas y de zonas gélidas en el planeta. En décadas recientes se ha denominado calentamiento global al aumento de la temperatura terrestre y oceánica, las causas principales apuntan a factores antropogénicos y en menor cuantía al aporte de gas  y vapor volcánico; nunca se ha hecho la asociación de este aumento con terremotos o sismicidad en general.


La sismicidad en el planeta, ocurre en prácticamente todas las regiones, principalmente en aquellas zonas sismogeneradoras asociadas a placas tectónicas y a fallas geológicas. Como un proceso natural de la dinámica interna del planeta, la sismicidad, es uno de los tantos elementos que  explican los complejos procesos que ocurren en zonas profundas a la corteza terrestre. Tal sismicidad ocurre en cualquier momento del año, en cualquier condición climática y  en todas las regiones sísmicamente activas del mundo.

Las fuerzas desatadas por la sismicidad tectónica se producen en capas profundas de la corteza terrestre. Aún cuando hay sismos producidos en fallas superficiales, estas fuentes pueden estar a muchos km de profundidad. El calor atmosférico solo tiene incidencia en pocos centímetros de nuestra corteza terrestre y no tiene capacidad para  alterar el estado de las capas profundas como para provocar un sismo y menos un terremoto.

En este sentido, muchas creencias populares suelen ser tomadas aun cuando estas no presenten fundamentos validos. La próxima ves que escuche que podría haber un terremoto o esta por ocurrir uno debido a las altas temperaturas en el ambiente producto del sol, ya sabe que solo es un “mito” que en algunos casos podrá haber ocurrido de manera casual, pero que su probabilidad es muy baja puesto que no tienen vinculación alguna.


GRACIAS POR TU VISITA!



2 Comentarios

Se ha habilitado la moderación de comentarios, en breves momentos aparecerá luego de ser aprobado. Gracias por tu participación!

Publicar un comentario

Se ha habilitado la moderación de comentarios, en breves momentos aparecerá luego de ser aprobado. Gracias por tu participación!

Artículo Anterior Artículo Siguiente